divendres, 21 de juny del 2013

Fin de etapa







Y llegó el día. Y mi voz retumba entre estas paredes que durante dos años han sido nuestra casa. No puedo evitar llorar cuando recuerdo donde fueron los primeros pasos de la re-peque, o las noches viendo nuestras series favoritas en el comedor, el momento en el que entramos por esa puerta y mi marido nos miraba con cara de “lo habré acertado? Seremos felices aquí?”

Y si, lo hemos sido, y mucho. Por supuesto que ha habido momentos difíciles, pero por soledad, por sentirnos ultra pasados por no tener a la familia cerca, los amigos de siempre a nuestro lado, a los que llamábamos en el último momento con “pizza y peli?”. 

 
Miro por la ventana y veo el skyline de la ciudad de São Paulo, y pienso que es la última mañana que veo recorrer el sol desde sus 8 hasta sus 12. Momento en el que el apartamento recibe el mayor aporte de luz y de energía. Veo las habitaciones de los niños, inmaculadas, con esos colores alegres, y oigo mentalmente las risas y los juguetes sonar. Y lloro de nuevo, porque no se quien las va a volver a ocupar. Vendrán más niños? Volverá a haber juegos en esta casa? No lo se, y tampoco me debería afectar tanto… pero me afecta.


Nuestras cosas acabaron ayer en un camión. Me he despedido de nuestras amistades más directas, de la escuela, del condominio, y aún no me creo que esto termine, que a muchos no los vaya a volver a ver, y que otros se conviertan en un contacto en Facebook o una voz en Skype. Necesito pensar que nos volveremos a encontrar, a abrazarnos, pero sobretodo que continuaremos sabiendo los unos de los otros.
 
Tengo una sensación muy rara en la tripa. No son nervios, es tristeza. No tengo miedo a lo que nos espera en el futuro, al contrario, tengo la alegría de que mañana volvemos a casa y abrazaremos a las amistades y a la familia que nos espera allí. Luego, tenemos una nueva aventura, una nueva vida que hemos de iniciar en Francia, pero saber que con toda certeza nunca volveremos a esta ciudad, que dejamos un pedacito de nuestra vida aquí para siempre, me duele mucho.. Me duele la garganta de contener el llanto, y ya casi no tengo fuerzas para contener las lágrimas. Para que? Estoy muy triste, y no creo que sea malo que los demás se enteren!

Por suerte, los niños están contentos. Muy ilusionados con la vuelta a casa. La mudanza para ellos ha sido una aventura. Poder jugar en el salón a futbol, sin riesgo de romper nada ha sido increíble. Quizás la que menos lo entiende es la re-peque, que no le ha gustado nada encontrase su cuarto vacío y ver como colocaban sus peluches en una caja. Lleva días triste, me lo dicen en la guarde, como si algo lo notará. 

Ella y yo tenemos una simbiosis muy fuerte y, aunque yo siempre les hablo en positivo, creo que capta realmente mi tristeza.

Ella no recordará esto. Ella a penas a aprendido el idioma. El resto? , creo que recordarán esta aventura como algo idílico. Aunque los inicios fueran difíciles, sobre todo para el mayor, creo que ahora va entendiendo y sintiendo que esto ha sido bueno y muy enriquecedor….

Dentro de unas horas, llegará el propietario y me pedirá las llaves. Detrás de mi cerraré esta puerta y esta vida será sólo un recuerdo en mi memoria.

 
A todos los expatriados nos llega este momento. Para unos, la marcha es más fácil porque quizás dan por cerrada esa etapa. Para otros es difícil, porque nos vamos con la sensación de que todavía no era el momento. No puedo creerme que esté escribiendo este post. Todavía no tocaba, pero la vida es así.

Hasta pronto Brasil. Hasta pronto São Paulo, Ilabelha, Ubatuba, Embú, Guarujá y otros tantos lugares que quisimos visitar pero no hubo tiempo.

Nunca quise pensar en este momento. Nunca lo imaginé. Y ahora escribimos la despedida en un papel en blanco. Somos los primeros de nuestra “vez” que nos marchamos. Los primeros de tantos, los siguientes de muchos.  Esto es  así.  No se que más decir.



Hasta pronto, a todos vosotros que habéis sido parte de nuestra familia en esta aventura. Os echo de menos ya. Nos hemos dado apoyo unos a los otros, cariño y seguridad en los momentos difíciles, en los inicios inciertos y frente lo desconocido.

Gracias, mil. Obrigada. Até!

P.S: El blog siguie “abierto”. No voy a dejarlo aquí. Está faltando todavía mucho por escribir. Seguiremos “dando guerra” en otra parte. Os espero a todos!!

dimecres, 5 de juny del 2013

Diagnóstico: virus de la gripe



Mis pies descalzos van y vienen por el pasillo del apartamento. Escasos metros separan los dormitorios de la sala de estar y hay poca luz, para facilitar la transición hacia el descanso.

Son días difíciles, de cansancio, malas noches, conciertos de toses nocturnas, tomas de jarabe e ibuprofeno. Diagnóstico? Gripe.

Aquella gripe que empieza con un “pues parece que algo me ha sentado mal” o “pues hace frío aquí, oiga”  Y te pones con una manta a tiritar en el sofá…. Y ya de ahí no te mueves: feriado a freír espárragos.

Dolor articular, cervical, notas como te bombea la cabeza mientras ni te atreves a pensar que parte de ella te duele más: si tras los ojos o en la nuca, porque sólo pensar ya te duele. El tiempo entre la noche y el día ni te importa: sólo quieres que llegue el momento en que te dejen sola y cierren la puerta del cuarto, ya que las noches son un eterno despertar cada 30 minutos de nena que quiere teta o que se despierta cual niña del exorcista preguntando donde está MAMAAAAAAAAAAAAAAI!!

Durante el día, con antifaz (gracias Singapur airlines)-  porque os recuerdo que mi cuarto no tiene persianas y las cortinas de velcro se han caído a cachitos por causa de la diferencia térmica entre el día y la noche y la humedad – el descanso es bastante relajante, pero entonces el problema pasa a ser “Cómo llamar la atención del padre de las criaturas para que te acerque agua”, ya que ni por whatsup ni por Facebook parece que se entere de que existo.

He de agradecer que me pusiera enferma en feriado, porque eso ha permitido que alguien pudiera relevarme y pudiera permitirme el lujo (si, lujo, las madres no nos podemos poner enfermas, y si somos expatriadas, menos, imposible… no, el contrato de expatriación no lo contempla….)de descansar.

He estado chunga, pero de verdad, porque las veces que no he tenido más remedio que levantarme de la cama, con riesgo a híper-ventilarme y caerme al suelo por ir a por agua y un ibuprofeno, entre sombras y claros he podido ver el estado de la casa….. y me he vuelto a la cama….

En otras circunstancias, me hubiera dado yo misma el alta voluntaria y me hubiera puesto manos a la obra, porque es superior a mi… pero he debido estar tan soberanamente mal, que no me ha importado: ni niños en pijama hasta avanzadas horas del día, ni montañas de ropa acumuladas en la esquina de mi cuarto, allí donde las dejé un jueves, se quedaron hasta el sábado, niños sin peinar, jugando al ordenador todo el santo día, la cocina, bueno, digamos que había certo dish and food flow….

Tímidamente, recuerdo que pregunté si las lavadoras estaban haciéndose, si los niños habían hecho sus camas…. Y creo que en ese momento, el señor costillo hizo “click”, y pasó a demostrarme que, bajo el supuesto de “si no lo hago yo, no lo va a hacer nadie esta vez”,  se puso manos a la obra y dejó la situación con un “aprobado alto” (dejaremos el estado de la cocina a un lado, y el resto es bastante aceptable).

No, no me puedo quejar, porque me pude permitir el lujo de recuperarme y atendió a los cuatro tesoros y me permitió retirarme a mis aposentos para poder resurgir de mis cenizas en algún momento…. Más tarde que pronto…. Cual ave fénix….

En fin, que del dolor articular se pasó al dolor cervical, y de los escalofríos a la fiebre, y finalmente quedó una tos de pecho, algo que se ha agarrado a mis pulmones, que me impide tomar aire al 100%, que cuando toso, que llevo ya tosiendo hace 3 días, me duele ya todo el cuerpo, y a este paso tendré que ir  a recuperar mi suelo pélvico a algún lugar cerca de Australia….

Eso si, de los 4 días que he pasado en cama, he perdido casi 2 quilos, esos que no había forma de perder, a pesar de que los debo de haber perdido todos de mis mejillas, porque de repente sólo se me ve nariz y orejas…. Vamos, que si tenemos en cuenta que, los días que peor he pasado, han coincidido con el cumpleaños de la re-peque (dos añitos ya!) y el mío propio (37 tacos van sumando), pues estoy de un contento…. Que pa que…

Pero no creáis que ahí acaba la cosa, noooooooooooooooooo que eso sería demasiado pedir…. Por favor! Con la de posibilidades diferentes que tenemos de poner las cosas más interesantes, para que nos vamos a quedar con el final feliz y evidente???

Pues venga, sumemos una niña con dolor de barriga desde el lunes por la tarde, y todos, sin excepción, ya me acompañan en el concierto de toses de pecho. Mi marido, fue al trabajo esta mañana y volvió al cabo de unas horas, hecho una piltrafa, con los síntomas clavaditos que yo tenía al inicio de la virosis, y el mayor, tacháaaaaaaaaaaaaaaaaan! Se ha ido a dormir con lo mismito que su padre….

Hoy nos hemos quedado en casa porque me he dicho…. Para 4 horas y sólo uno bueno que está, voy a movilizar a todos? Venga ya! Y nos hemos quedado…. En buena hora! Se han ido despertando y todos con una energía!!! Queriendo pintar con témperas, queriendo hacer pulseras, otro recortando la caja de pañales para hacerse no-se-que de mine craft, la otra bañando a la muñeca en la terraza (con agua y con muñeca… no te lo pierdas)…. Que si el ibuprofeno me lo tomaba cada 8 horas, me lo he auto-recetado cada 3, porque no se que virus es peor, si el estacional o 4 niños en casa sin poder jugar a la consola o al ipad.

Total, ahora están cada uno en su camita, y yo voy y vengo poniendo la mano en la frente de uno, ahora del otro, ahora llevo agua a una, ahora se ha enterado la otra de que no tiene la teta en la boca…. Y mi marido, que tiene una capacidad ya de serie de ponerse en “switch off”, con su antifaz, su manta, su lado opuesto de la cama y su cojín cervical….

Y así se pasará 4 días más, mientras yo ya me he dado, ahora si, el alta forzosa por incompetencia de excedencias… ya se sabe,.. si en una empresa se pide la excedencia, puede ser denegada si ya hay más del 3% de personal en las mismas condiciones, y claro, mi marido ya él sólo es el 50% de esta empresa… así que…. El de baja, yo al “curro”…. Lo peor? Pues que no está claro que no caigan los polluelos uno tras otro y no quiero ni pensar como puede llegar a ser de pesado un viaje de retorno de 11 horas con niños con fiebre o tos de aquella que te pone de los nervios…

En fin! Mañana será otro día…

Hasta aquí, el parte de  hoy  de la enfermería.