Eduardo (dudú, como le llaman cariñosamente los de para su
familia) cumplió 9 años esta semana pasada. Para celebrarlo, sus padres
organizaron una fiesta a la que fuimos invitados (bueno, invitaron a mi mayor y
de rebote, a todos nosotros).
Conocimos este lugar hace casi casi un año. Fue nuestra
primera salida de feriado, de Praia y de paulistanos J
Un poco de información sobre Ilhabela:
“El municipio de Ilhabela, conocido como la 'Capital da Vela', está situado en el litoral norte del Estado de São Paulo. Es el único municipio archipiélago en todo el país y está formado por 13 islas e islotes, la Ilha de São Sebastião es la isla principal del municipio y la más grande de todo el litoral sudeste de Brasil. Es un municipio frecuentado por los amantes de los deportes de aventura y náuticos, que encuentran en sus numerosas playas, islas, lagunas, ríos y montañas, el lugar ideal para practicar todo tipo de deportes, destacando el buceo, por la gran cantidad de naufragios que hay por toda la zona, y todos los relacionados con la Vela.”
“La gran mayoría de las islas que forman en el archipiélago de Ilhabela ya estuvieron habitadas antes de la llegada de los primeros europeos a Brasil, como así lo atestiguan los numerosos restos arqueológicos de tribus indígenas localizados por todo el territorio, hoy en día integrados en el archivo del Instituto Histórico Arqueológico e Geográfico de Ilhabela.
Su principal isla era conocida como Ilha de Maenbique hasta principios del siglo XVI, en el año 1502 fue conquistada por los portugueses quienes la renombraron con el nombre de Ilha de São Sebastião. La expedición estaba compuesta por tres carabelas y era comandada por Gonçalo Coelho y el conocido navegante italiano Américo Vespúcio.
Hasta principios del siglo XVII no se establecerían en la zona los primeros colonos. Se instalaron a los márgenes del Canal do Toque-Toque, conocido en la actualidad como Canal de São Sebastião, formando el poblado donde hoy en día se localiza en Centro Histórico de São Sebastião. Su principales actividades económicas eran la venta de esclavos y la agricultura, principalmente la plantación y comercialización de la caña de azúcar, para la que utilizaban en su mayoría mano de obra esclava.
En el año 1636 la población se desvinculo de la Vila de Santos, a la cual había pertenecido desde sus orígenes, y fue denominaba Vila da Ilha de São Sebastião. Posteriormente fue llamada Vila de São Sebastião da Terra Firme y finalmente Vila de São Sebastião.
A principios del siglo XIX, año 1805, la Ilha fue elevada a la Categoría de Vila y denominada Vila Bela, un siglo más tarde, en el año 1901, se convirtió en municipio. En el año 1940 era conocida como Formosa y posteriormente, en el 1944, fue por fin llamada con su actual denominación, Ilhabela.
En la actualidad sus principales fuentes de ingresos son la pesca y el turismo, atraído por su extremada belleza. Sus playas, ríos, cascadas y numerosas rutas que salpican todo su entorno hacen de este lugar uno de los más maravillosos del país, los amantes de los deportes náuticos y de aventura encuentran en todo su territorio el lugar ideal para practicar todo tipo de deportes en contacto con la naturaleza.
Otros de sus grandes atractivos turísticos son su Centro Histórico, con monumentos declarados Patrimônio Histórico, la Reserva Marinha da Ilha das Cabras y los numerosos naufragios ocurridos en la zona frecuentados por los amantes del buceo y submarinismo.”
Para llegar a la isla existen tres rutas alternativas, a usar indistintamente, en función de lo cargadas que estén esas vías. Hay que recordar que los viernes y los domingos (incluso cuando no es feriado) existen grandes embotellamentos de la cantidad de gente que el fin de semana huye literalmente de la ciudad.Su principal isla era conocida como Ilha de Maenbique hasta principios del siglo XVI, en el año 1502 fue conquistada por los portugueses quienes la renombraron con el nombre de Ilha de São Sebastião. La expedición estaba compuesta por tres carabelas y era comandada por Gonçalo Coelho y el conocido navegante italiano Américo Vespúcio.
Hasta principios del siglo XVII no se establecerían en la zona los primeros colonos. Se instalaron a los márgenes del Canal do Toque-Toque, conocido en la actualidad como Canal de São Sebastião, formando el poblado donde hoy en día se localiza en Centro Histórico de São Sebastião. Su principales actividades económicas eran la venta de esclavos y la agricultura, principalmente la plantación y comercialización de la caña de azúcar, para la que utilizaban en su mayoría mano de obra esclava.
En el año 1636 la población se desvinculo de la Vila de Santos, a la cual había pertenecido desde sus orígenes, y fue denominaba Vila da Ilha de São Sebastião. Posteriormente fue llamada Vila de São Sebastião da Terra Firme y finalmente Vila de São Sebastião.
A principios del siglo XIX, año 1805, la Ilha fue elevada a la Categoría de Vila y denominada Vila Bela, un siglo más tarde, en el año 1901, se convirtió en municipio. En el año 1940 era conocida como Formosa y posteriormente, en el 1944, fue por fin llamada con su actual denominación, Ilhabela.
En la actualidad sus principales fuentes de ingresos son la pesca y el turismo, atraído por su extremada belleza. Sus playas, ríos, cascadas y numerosas rutas que salpican todo su entorno hacen de este lugar uno de los más maravillosos del país, los amantes de los deportes náuticos y de aventura encuentran en todo su territorio el lugar ideal para practicar todo tipo de deportes en contacto con la naturaleza.
Otros de sus grandes atractivos turísticos son su Centro Histórico, con monumentos declarados Patrimônio Histórico, la Reserva Marinha da Ilha das Cabras y los numerosos naufragios ocurridos en la zona frecuentados por los amantes del buceo y submarinismo.”
Para cualquier paulistano es imprescindible tener una válvula de escape, así que quien más quien menos tiene la residencia familiar o su segunda residencia o bien en el interior (Brotas suele ser un lugar bastante escogido), o bien en la costa (Ubatuba, Guarujá o Ilhabela)
Para llegar a la hora de cenar a la isla, decidimos salir a la estrada, como muy tarde, a eso de las 14:00. Así que fui a pegar as crianças á escola a las 12:35, pasamos por el Mcdonalds y tras la parada justa en casa para comer, colocar las maletas en el coche y pasar por el baño, iniciamos el viaje.
Para ir a la isla es preciso coger un ferry :
(http://www.waymarking.com/waymarks/WM16X5_Ilhabela_Sao_Sebastiao_ferry_Brazil) y se tienen dos modalidades : hora marcada o normal.
La hora marcada suele ser bastante más cara (como de 4 veces) pero te evita sorpresas. Como pasarte horas esperando tu turno en la fila de la balsa (hasta vendedores de comida y recuerdos hay allí para hacer la vida más amena!). Con la hora marcada, se tiene una fila a parte y se embarca primero. Lo que sobre, para los de la fila normal. Es recomendable tener la hora marcada y si en el momento del embarque la cosa está tranquila, comprar el pasaje normal y guardar la hora marcada para otra ocasión. No caduca y de esta forma no se gasta tontamente.
Iniciamos el viaje con sol. Los nenes se durmieron todos y
nosotros disfrutamos del viaje (la última vez que hicimos ese recorrido
tardamos 6 horas en llegar a Ubatuba, y sin aire acondicionado….un horror)…
Todo fue tranquilo hasta llegar a la Sierra, donde apareció una espesa niebla y
empezó a garoar (http://es.wiktionary.org/wiki/garuar).
El viaje en ferry fue ya sin luz, con lo que los nenes, ya
despiertos, vivieron toda una aventura ( yo sufrí lo mío, je je je, imaginando
mil y una desgracia, por supuesto!).
Después de localizar la posada (la primera vez estuvimos en esta http://www.booking.com/hotel/br/caravela-pousada.es.html?aid=318615;label=Spanish_Whole_Site_Reset_High__inurl:es.html%23inurl:booking.com/hotel/br&gclid=CKi8r7bEv7ICFQmpnQodKDQA6Q,
y esta vez nos hospedamos en http://www.ilhabela.com.br/pedramenina/,
que por cierto, está a la venta, por si a alguien le interesa).
La isla es maravillosa, con muchas opciones para playa,
paseo, deportes náuticos, visitas a parques naturales, cachoeiras, etc. Hay
muchas playas y lugares (como la mitad norte de la isla), que sólo son
visitables o bien con 4x4 (excursiones concertadas en los mismos hoteles o
posadas) o bien por barco (hay que contratar la visita en alguno de los puestos
que se suceden en diversos puntos de la costa).
Ideal es pasar el día en la playa y aprovechar la tarde para
pasear un poco por la costa, antes de ir a cenar, por ejemplo.
Pero no todo es idílico en la isla, no señor… Ilhabela es
hogar de unos insectos que, personalmente, hacen que esté en alerta permanente…
Los mosquitos! (http://www.blogdesaopaulo.com/ilhabela/
, http://tropicocapricornio.blogspot.com.br/2008/08/la-picadaque-no-picadura-del-borrachudo.html)
“En Ilhabela hay una
infestación casi permanente de borrachudos. Es un mosquito
muy pequeño, que no vuela a gran altura, y que produce una picadura bastante
dolorosa. El mosquito no transmite ninguna enfermedad. A los que somos más
sensibles a las picaduras de los mosquitos, la irritación y la picadura nos
suelen durar un par de semanas. Hay que protegerse constantemente con
repelente. En Ilhabela encontraréis citronela, un repelente natural. A algunas
personas las picaduras no les molestan mucho, a otras sí. Si eres sensible a
las picaduras de mosquito, te recomiendo buscarte otro destino para tus
vacaciones. Os dejo algunos testimonios de lectores que han ido a Ilhabela y
han dejado sus opiniones sobre los borrachudos. Vereis que
diferentes personas tienen diferentes reacciones:”
En la isla se puede adquirir productos de protección y
tratamiento de las picaduras. Puedo atestiguar que son horrorosas y hay que
tener mucho cuidado. Te pican estando en la playa mismo! Y en mi caso, me
hicieron una reacción brutal retardada (una semana después, casi no podía tocarme
las piernas!). No menospreciéis a estos insectos y si viajáis a la costa,
procuraros protección: citronela, pulseras anti-mosquito, aceite de árbol de té….
O os acordaréis de estas palabras :)
Antes de descargar, como mi mayor estaba ya hacía horas
impaciente, tuvimos que ir a la casa de su amiguito para que se quedase a
dormir con él, ya que algunos otros compañeros ya estaban allí (y claro, eso de
estar con los padres está bien, pero si se puede estar con los amigos… todavía
más).
Después de dejar al mayor allí, fuimos a cenar al
restaurante la kanoa (http://www.tripadvisor.com.ar/Restaurant_Review-g609135-d2177338-Reviews-Kanoa_da_Ilha-Ilhabela_Sao_Sebastiao_Island_State_of_Sao_Paulo.html)
en el que ya la otra vez estuvimos comiendo y nos gustó (aunque para otra
visita tenemos pendiente una sandwichería (http://www.seurestaurante.com.br/sp/ilhabela/centro4/borrachudo-sanduicheria).
El plan sería el siguiente: la famíia del cumpleaños, con
los niños, irían a la playa sobre las 10 de la mañana y pasarían allí el rato
hasta las 15:00, cuando empezaría la fiesta de cumpleaños en su casa. Las
familias de los niños invitados (éramos por lo menos 4, 3 de ellas en la misma posada)
podíamos ir a la playa o hacer alguna excursión. Como eran demasiadas horas de
sol para los nenes, decidimos dar un paseo y unirnos al grupo un poco más
tarde. La playa en cuestión: Praia da armaçao.
De las playas que conocemos de ilhabela, la que
especialmente nos gustó más fue la Praia do sino, llamada así porque tiene unas
enooooooooooooooormes piedras (recuerdo del pasado volcánico de la isla) que al
ser golpeadas hacen un sonido que parece una campana. En esa playa está el
restaurante de Praia do sino, con unas maravillosas vistas al mar, un
fantástico lula a doré y unos sucos de polpa mmmmm que bueeeeeeno!!! Aunque esta
vez no dio tiempo para degustarlo… lástima! Queda pendiente para la próxima.
Después de la playa (aquí en Brasil, la gente “de bien” no
suele llevarse nada a la playa, como ya comenté en la entrada de carnaval de
este mismo blog, así que todo lo alquilan en los puestos que se ubican cerca de
las mismas), y ducha de toda la familia mediante, nos dirigimos a la fiesta de
cumpleaños.
No tengo palabras para expresar lo que allí experimentamos. Nuestra primera fiesta 100%
brasileira! Churrasco, sucos naturais, caipirinhas, música brasileira en
directo, gente bailando, cantando...
Los niños lo pasaron divinamente, pero los padres tuvimos una
experiencia extraordinaria! 100% brasilera, degustando la vida de esta familia,
como uno más! Fue fantástico e impagable, lo que no se puede conocer si se va
de turismo convencional.
Agradecemos infinito a la familia de Eduardo que nos
invitara a pasar el fin de semana en la isla y a participar de esta fiesta en
familia! Lo recordaremos, creo yo, por muuuuucho tiempo!
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