dimarts, 16 d’octubre del 2012

Serra Negra y el Valle do sol



Vaya último trimestre del año que nos espera…


No, no… no temas! No voy a ir por ahí… Sólo voy a constatar, en este espacio, para cuando dentro de unos años (yo o mis hijos, quien sabe), leamos cada una de las entradas, cual era  la coyuntura social del momento.

El número de entradas de este blog ha bajado la frecuencia. Ahora intento mantener, por cuanto tiempo me sea posible, por lo menos una actualización por  semana, por varios motivos:

1.       El momento histórico me mantiene en vilo. Leo un sinfín de noticias diarias: desde el ara.cat, a elperiodico.cat, la vanguardia.es, la razón.es, abc.es y todo lo que, de una manera u otra llega a mis “ojos”, ya sea por Facebook o por twitter
2.       He empezado en serio con el curso de community manager y ya que recién colgaron el material didáctico online (que hay que ver, un curso online sin material online, lo ponen difícil…) aprovecho las noches para leer, por lo menos, un tema cada semana (ojo! Que hay 10! Y encima con parte práctica, exámenes, bibliografía…)
3.       El curso de educadora perinatal está de pleno en su primer trimestre. Dos meses ya, dos tutorías  realizadas, una presentación entregada y muchos más temas por desarrollar. Me estoy planteando, quizás para cuando termine el de CM, matricularme de nuevo en Childbirht para el curso de asesora de lactancia… nuse nuse… acepto sugerencias …
4.       Tengo un par de libros muy interesantes entre manos: Els jocs de a Fam II, y Ente o  amore a guerra, de Zibia Milani Gasparetto, una médium que escribe historias a través de un tal Lucius… En concreto, este libro que me han regalado, desarrolla la historia en un contexto bélico, el de la segunda guerra mundial. Muy interesante!
5.       Se me puso enfermo el mediano y después cayó la re-peque, con lo que ya sabemos como se las gasta el asunto… que después se les queda un carácter muy demandante que no me deja ni un segundo de tranquilidad….

Así pues, ratitos en los que me pudiera disponer a “dejar fluir” mi mente frente a una hoja en blanco…. A la vez que los temas parecían no acabarme de escoger… pues… han ido pasando los días….
 

Hoy me dispongo, sentada frente al televisor, en el suelo, mientras acompaño a la re-peque viendo un baby Einstein (tras otro, tras otro…), a contaros un poco como han ido nuestros días de “relax” en el interior.

Finalmente  nos decidimos, recomendados por la profe de portugués, pasar tres días de la semana de saco cheio (de secunda a cuarta) en el hotel fazenda Valle do sol (http://www.valedosol.com.br/). Mi profe nos lo recomendó como un lugar fantástico, basado en el maravilloso recuerdo que tenía ella de su viaje de bodas (por ahí los 80 aproximadamente).





La verdad es que el lugar es inmenso, tiene de todo lo esperable, la comida es fantástica, y si se escogen días como los nuestros (temporada baja) la verdad es que se está tranquilo (casi entorno de meditación)… pero es que el espacio alberga capacidad para 5000 personas! Así que no quiero ni imaginarme de colgar el “completo” como debe ser estar ahí unos días.
Vayamos por partes. Teniendo en cuenta que el festivo oficial (día das crianças) era el viernes 12 de octubre, y que nosotros marchamos el lunes 8 y volvíamos para el 11, no teníamos en mente coger atascos y demás, así que tranquilamente marchamos el lunes después de comer, para llegar al centro hacia las 17 aproximadamente. Con la suerte de que los nenes (todos) durmieron las casi 3 horas que recorrimos por autopista y carretera hasta el hotel.

Quisiera hacer mención especial al tema peajes. El recorrido total entre Sampa y Serra negra consume 157km, estimados en 2h20 min por el señor google maps. Los últimos kilómetros tienen un peaje aproximadamente cada 15-20 km! Y no precisamente baratos (uno de los últimos ronda los 16 reais!) que no se pueden pagar con cartão de crédito, si no que hay que hacerlo en cash.

Una vez nos encontramos en la carretera que nos lleva ya a la fazenda, llama la atención los numerosos márgenes quemados. En esta región, donde se halla una majestuosa vegetación no han encontrado otra manera más “fácil” para limpiar las malas hiervas de los arcenes, que hacer quema “controlada”, claro que lo de “controlada” es un decir, ya que según se observa en el paisaje, en algunas ocasiones se ha “descontrolado” bastante y es una pena ver como árboles centenarios han sufrido las consecuencias.
La verdad es que, por razones que no vienen al caso, tengo  verdadero terror al fuego… bueno, al fuego en si no, al olor de quemado, la columna humeante que avisa que se está produciendo un fuego, quizás no controlado, que acecha a la tranquilidad…. De camino a la fazenda pasamos por un fuego bastante grande, que se divisaba incluso desde el hotel, y que por dos días inundó el ambiente (aún a quilómetros de distancia) de ese olor de naturaleza quemada, e incluso llegamos a observar cenizas en suspensión. La segunda noche la pasé pensando en el “plan evacuación”, con maletas medio cerradas, distintos planes de evacuación… Ya conocéis mi “yo” que vive constantemente pensando en accidentes, tsunamis, etc.  En fin! Como una vez me dijeron: los que sobreviven a catástrofes son también aquellos que en algún momento se plantearon con antelación que eso podía ocurrir… Por suerte, no ocurrió y sólo me llevé una noche de nervios (hasya que sucumbí a Morfeo… pero claro, ya eran las 3 a.m)

Volviendo a nuestra llegada a la fazenda. Decir que desde la entrada al centro, la primera impresión que me llevé fue de: Vamos a estar en mismo lugar donde se rodó Dirty Dancing (http://www.mountainlakehotel.com/Section_Home.asp?SID=40 e imágenes aquí: http://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g58066-d268862-r132443824-Mountain_Lake_Hotel-Pembroke_Virginia.html)   Nota: madre mía! Lo que acabo de encontrar!!!! Un incendio consumió el hotel donde s rodó la peli! Args! Lo llego a saber antes de irme de vacaciones y duermo en el coche!!! http://es.cine.yahoo.com/noticias/incendio-destruido-m%C3%ADtico-hotel-dirty-dancing-104307793.html)



















Desde que se cruza la entrada al recinto, hasta que se llega a la recepción, puede haber fácilmente como 2 km. Tiempo en el que fuimos observando las dimensiones del lugar, y comenzar a hacernos a la idea de que quizás, a modo como en la película “El resplandor”, estuviéramos solos en aquel lugar tan inmenso.

Después de nuestro paso por la recepción y obtener la dirección de nuestro “chalé”, empezamos a bromear sobre nuestra experiencia allí. Mi costillo decía que en realidad era una secta que nos “adoptaría” a la fuerza y nunca más volveríamos a nuestras vidas, mientras yo, un poco más macabra, me imaginaba otra escena: en realidad se trataba de zombies que, después de pasar los días allí y pagar la factura, se comían a los huéspedes antes de que pudieran hacer las maletas y marcharse… Mi historia justificaba más el porque ese lugar tenía el mismo aspecto que en su día de inauguración, creemos que por los 60. Un lugar tan grande, con tanto mantenimiento a realizar, sin apenas huéspedes, con tanto personal  trabajando allí… es un negocio realmente sostenible?
Después de instalarnos en el chalé, acompañados por 0 ruido de coches y un chillerío de pájaros que se preparaban para dormir, decidimos ir a estirar las piernas explorando el lugar, antes de que se hiciera negra noche. La verdad es que el paseo todavía nos hizo tomar más conciencia del enorme lugar donde habíamos ido a parar, donde pasaríamos los siguientes tres días sólo jugando a futebol, piscina, brinquedoteca y ciudad das crianças (un enorme parque para los nenes, con casitas para jugar a su tamaño y coronado por un castillo a tamaño real! El sueño de cualquier criança! Y la pesadilla de todo padre al comprobar que el nivel de seguridad también databa de los años 60!, imposible estar tranquilo en el exterior!

Incluido en el precio teníamos desde el café de manhà, almoró y jantar. Así que no teníamos que salir para nada.  Los comedores me recordaban (y eso que nunca he estado en uno) a los grandes transatlánticos, y la comida, estaba estupenda. Cada día variada y muy bien cocinada.


















El centro tiene piscinas climatizadas, las únicas que estaban disponibles, a pesar de que los días que disfrutamos allí fueron estupendos días soleados y de calor. Las exteriores estaban en mantenimiento, y por la impresión de las prisas de los trabajadores que estaban ultimando los detalles, se estaban preparando para el fin de semana feriado poder dar servicio a la afluencia de gente…
Suponemos que debían estar esperando a muchos huéspedes,  por un comentario de uno de los mozos del comedor, cuando nos preguntó el segundo día si ya teníamos claro donde teníamos nuestra mesa (asignan una por reserva, la misma todos los días), y cuando nos recordó del día anterior, se disculpó justificando su pregunta con que a veces cuando recibe el mismo día a 1000 huéspedes no controla bien la entrada y salida de cada uno! Madre mía!!! Imaginan un hotel que en un breve espacio de tiempo recibe 1000 personas de golpe?? (a excepción de en las Vegas, claro…)

Las piscinas eran fantásticas! Con el agua a la temperatura adecuada para que yo, friolera por definición, me metiera en ella casi sin notar que me estaba sumergiendo en agua. Sólo el eco del lugar, por causa de que paredes y suelo estaban forrados por azulejos satinados, perturbaban el descanso… No quiero ni imaginar tampoco el enorme barullo cuando allí  se meten varios centenares de personas! Si ya con 5 o 6 no se estaba del todo a gusto…

LA verdad es que estuvimos muy tranquilos esos días, de comer, descansar, jugar con los nenes… y nada más. No se que tal se estará allí en fin de semana, cuando tengan las actividades programadas, con monitores para las crianças y talleres para los padres…. Pero si se busca un lugar para la meditación, Valle do sol podría ser un destino interesante.


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