Ya han llegado los abuelos!!!
Llevábamos semanas esperando el momento! Y por fin ayer fue el día! Los niños andaban preguntando cuánto falta (vaya pregunta! No? Nunca la hemos oído dicha por niños, no??? la dichosita pregunta que normalmente suele aparecer en el minuto 0 en el que se suben al coche para ir a algún sitio que no sea la escuela... Cuánto falta? Mirando el reloj del coche y memorizando la hora y el tiempo que se les dice, por si más adelante la cosa no cuadra... Y es que los niños, a partir de cierta edad, ya saben lo que son 5 minutos y no cuela según que ...
Mis suegros (es decir, los padres de mi costillo), ya en navidades planearon la visita a Brasil para después de semana santa... por aquel entonces, nos parecía una eternidad! Y cuando de camino a la escuela (como es un trayecto que da para muchas conversaciones, ya que ellos no tienen escapatoria , ni televisión ni psp que los salve :p) tenemos conversaciones, solemos hablar de cosas de este tipo: Quedan 6 semanas para que vengan los abuelos! Quedan 5! quedan 4! ... y zas! De repente, te encuentras diciendo que esa tarde, si la burocracia brasileira quiere, porque en esto no hay Dios que valga, llegan los abuelos!
La verdad es que una cosa tan sencilla como una visita programada, puede llegar a ser la cosa más complicada, estresante y ansiosa.... Primero por los niños, porque lo viven intensamente, lo visualizan demasiadas veces en su mente, sueñan con ello! Porque 6 meses es una eternidad para ellos y a la vez un suspiro....
Para los adultos.... la cosa ya es distinta, gracias al cambio de las "reglas del juego" que han acontecido recientemente...
Resulta que desde el 1 de abril de 2012, Brasil aplica bajo el criterio de reciprocidad, nuevas restricciones para los Españoles que deseen entrar en el país... Sólo puedo decir, esto ya se veía venir... pero en que mal momento :(
Un poco de referencias, que siempre van bien:
http://www.lepoint.com.pe/ultimas-noticias/brasil-aumenta-sus-restricciones-de-entrada-a-ciudadanos-espanoles/
http://www.elcomercial.com.ar/index.php?option=com_telam&view=deauno&idnota=160564&Itemid=116
A raíz de la época dorada de la burbuja inmobiliaria, de las oportunidades que tanto España como Europa ofrecía a los ojos del resto del mundo, muchos ciudadanos argentinos y brasileiros, viajaban a nuestras tierras en busca de una vida mejor. Muchos de ellos, sin papeles ni habiendo normalizado su entrada al país, muchos otros, sí.
Personas que se morían de hambre, que salían de sus pueblos dejando atrás a la familia, tomaban un avión, con pasaporte de turista y maleta para 10 días como únicas pertenencias para buscarse allí una oportunidad. Muchos lo hacían por extrema necesidad, dejando atrás a hijos pequeños o a toda la familia, mujer y padres. Otros lo hacían a raíz de las imágenes que ofrece la televisión, distorsionadas y falseadas, de una vida estupenda, llena de oportunidades y con muchas garantías de salir bien, puesto que España es un país que ofrecía ayudas sin dar muchas explicaciones.
Tal fue la entrada masiva a Europa por España, que este país se vio en la necesidad de poner restricciones para dar garantías de que las personas que llegaban por aeropuerto no eran ilegales. Y aquí empezaron los problemas de discriminación.
Una cosa, a mi entender, es que se comunique a los viajeros de lo que el país destino precisa, y creo que no estaría de más que en el país de origen se comprobara de igual forma la posesión de dichas condiciones, para que, si fuera el caso, no se dieran situaciones de sufrimiento innecesario. Otra muy distinta es que, cuando un viajero llega a tierras españolas no posea toda la documentación necesaria y se le incomunique o trate de manera injusta, o que poseyendo todo lo necesario, quede a criterio del personal de dicho aeropuerto si puede o no entrar al país.
Tal es así, que en reiteradas ocasiones han trascendido casos impactantes en los que España (no hablo de otros países comunitarios, porque el que ahora me interesa es este, pero seguro que de haberlos haylos) ha denegado y retenido a personas en situaciones de extrema sensibilidad. Personas que venían a la boda de hijos, estudiantes universitarios, visitas a familiares que hace años no se ven... todo esto que a la prensa negra le interesa, pero que no por ser negra deja de herirnos y plantearnos la necesidad de ser tan intransigente en ciertos casos...
Estoy a favor de que deben existir unas garantías mínimas (aunque hecha la ley, hecha la trampa) para evitar la entrada ilegal de personas a los países, al menos evitar avalanchas, que si que es cierto que hay que ser más humano, pero también hay que garantizar mínimas normas de convivencia de los países escogidos como destino... no todo vale
También estoy a favor de estudiar cada caso en particular, de que siempre se pueda recurrir a la mediación diplomática entre países, y que los países involucrados en estos “pequeños conflictos" no deben despreocuparse de sus ciudadanos, ofreciéndoles todo el apoyo y recursos que garanticen no sentirse abandonados o tratados como simples marionetas en este juego de: tú me devuelves a 10, yo te devuelvo a 9... somos personas! No lo olvidemos! Y ojo! Yo creo que las aerolíneas también deberían participar en este juego... porque ellos siempre salen ganando, tanto como si sus pasajeros logran entrar o no, y más en el segundo caso, puesto que garantizan, en el mejor de los casos, que esa persona compre dos pasajes más...
El caso es que España pedía a los pasajeros no comunitarios, no sólo los Brasileiros, ciertas garantías para dejarles entrar al territorio, como turista... no hablo como profesional o residente, porque desconozco totalmente el caso... Estas medidas, no eran más que, principalmente, contar con una reserva de hotel, pagada, o una invitación personal si se trataba de una visita en residencia privada. Aún así, "desde 2007 casi diez mil brasileños fueron impedidos, por los organismos de control de migración, de entrar legalmente en territorio español. Solamente en 2011 (entre enero y agosto) llegó a 1.005 el número de frenados por las autoridades aduaneras. " reza un artículo. Si nos ponemos a leer casos particulares, la piel se nos pone de punta y te empiezas a preguntar donde está el límite:
"Ya se registraron casos de profesores brasileños que fueron deportados del aeropuerto español cuando estaban en camino a Lisboa; en 2003, una investigadora de la USP quedó tres días detenida en una sala diminuta, con otras treinta personas. A finales del mes pasado, la jubilada Dionísia Rosa da Silva, de 77 años, permaneció retenida por tres días en el Aeropuerto de Barajas, en Madrid, antes de ser embarcada de vuelta a Brasil. "
Añado que, al margen del trato denigrante y vejatorio que recibió esta abuelita, en el cual no cabe decir que estoy en total desacuerdo y denuncio la falta de sensibilidad, en este caso, no contaba con la carta de invitación necesaria (es decir, no fue arbitraria la negativa a dejarla entrar en el territorio) puesto que los familiares a la casa de los cuales iba a hospedarse eran inmigrantes ilegales, y por supuesto, se temió que ella lo fuera a ser también (y ya sabemos que actualmente el horno no está para bollos, que el movimiento migratorio ahora debe ser de salida).
Estas situaciones les han parecido más que injustas para Brasilia, quien ha optado por pedir a los españoles las mismas condiciones para entrar al país, aunque sea por turismo, y es así que desde el pasado 1 de abril, (incluso de manera encubierta, mucho antes) han decidido devolver a españa a viajeros que no cumplian con ellas. Esas medidas son:
"pasaporte válido al menos por seis meses, pasaje de vuelta con fecha, comprobación de reserva en hotel o alojamiento y dinero suficiente para mantenerse en el país por el período declarado (170 reais por día). Si se queda en la casa de un pariente o amigo, el turista tendrá que presentar una carta de quien lo invitó, informando cuántos días el visitante permanecerá en Brasil. "
La carta de invitación debe ir con firma validada por el cartorio correspondiente, con lo que no se trata de una simple cartita... Supone desplazarse y pagar por ello... y ser muy cuidadoso con lo que en la carta se menciona, puesto que no hay que olvidar que la última palabra la tiene el personal de inmigración del aeropuerto brasileño destino, y si hay alguna duda, puede denegarse la entrada.
Yo no dudo que haya españoles que se líen la mochila a cuestas y se vengan para este país, pensando en las oportunidades que van a tener, más aún si se tiene en cuenta lo que se tarda y cuesta obtener todo lo necesario para poder tramitar una cartera de trabajo, un documento de identidad o un permiso de conducción... meses (la media está en 6) para lograr ser "trabajador legal" en este país... Entiendo que por desconocimiento de la realidad brasileña (trabajar aquí no es ni tan fácil, ni tan bueno, ni se dan las condiciones adecuadas en muchas ocasiones) los españoles que desean activamente salir de la crisis, prosperar, vivir, se vean cegados por Brasil y decidan venirse con lo puesto. En estos casos, es de responsabilidad social endurecer y llegar a prohibir el acceso al país, por supuesto... pero que pasa con el resto? Pues lo mismo que pasa en España con los Brasileños, pasa en Brasil con los Españoles.. Injusticias :(
Hace ya algunas semanas, antes de que entrara en vigor oficialmente estas restricciones, se dieron algunos casos, no sé si como medida de presión, o por venganza o .. no sé porque no tengo herramientas suficientes.. pero me parece un poco "juzgable", por llamarlo eufemísticamente, que se devuelva a un hombre de negocios que vino a una feria por exigirle una cartera de trabajo, que evidentemente no tenía...
Ya veremos a lo que lleva todo esto, espero que trasciendan de ambos lados historias que nos pongan los pelos de punta, si al menos ha de servir para que se revisen las políticas de entrada a los territorios... pero todo esto, viene porque durante días he pasado nervios por la inminente llegada de los abuelos a este país.En la foto, la palma de la repeque! Ya ha llegado!!
Los niños estaban exaltados, tan nerviosos, tan expectantes por la llegada... que no me atreví ni a alentar su ilusión, ni siquiera, como una tonta, a preparar la habitación de los abuelos, por si alguna cosa salía mal y había que contarles que no iban a verlos, al menos ese día...
Mi angustia se fundamentaba en el hecho de que, al hacer la carta de invitación, al no ser propietarios de la vivienda, había que adjuntar documentación que demostrara que realmente residíamos en dicho endereço, y ahí entramos en un mundo de ambigüedad... que se entiende por "documento que demuestre"?... vale una factura domiciliada a nuestro nombre en este apartamento? O eso no serviría??? args!!!
Al llegar a inmigración, mis suegros mostraron la documentación solicitada (y mucha más, por si era necesario)... aun así, el personal de inmigración no lo vio claro y llamó a la policía de inmigración... El cual resolvió la duda con una pregunta...
policía: Así que vienen de turistas?
Mi suegros: Así es
Policia: Aha! Y que vienen a visitar? (yo aquí me imagino la cara del susodicho, pensando para si mismo.. ja ja ja! Les he pillado!
Mis suegros: La ciudad, y además, Argentina, traemos pasajes para hacer ruta por allí también.
Policia: ah!... vaya... si es así (cachis! Estos se me escapan), valídales la entrada...
y aquí acabó todo!! Tantos miedos y dudas, tantas consideraciones para poder entrar todo aquello que les habíamos pedido desde aquí: ropa, libros, una cafetera nexpreso.... y ni jamón, ni queso ni fuet, por si acaso...
estamos contentos, porque han podido llegar! Porque nos hemos podido abrazar! Y vamos a compartir días juntos... Ahora, sufriremos cuando vayan a Buenos Aires, salgan del país y tengan que volver a entrar de nuevo para pasar algunos días antes de volver definitivamente a casa...
La vida es así! Siempre con incógnitas y sufriendo... el que quiere :)
En la foto, mi pedido a amazon uk! los abuelos también me han traído cosas a mi :)))
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