divendres, 17 d’agost del 2012

Lo que nadie quiere ver, oir y menos, vivir.


São Paulo: 1000 homicidios al mes
Sería interesante que visitarais  primero estos enlaces

http://noticias.r7.com/sao-paulo/noticias/morre-seguranca-baleado-durante-tentativa-de-assalto-no-morumbi-20111201.html (impresionante visión de los edificios residenciales y la fabela de paraisópolis!)
http://www.youtube.com/watch?v=JXFNM6ZO7qY (imagenes de un asalto a un restaurant)

Me contaba hace unos días, una madre, expatriada como nosotros, de la escuela, una conversación que había podido oír entre su hijo y el mío, ambos de 8 años. El tema que comentaban  no era de futbol, ni de blaid blades, ni de las películas que habían visto, como uno puede esperar. La conversación giraba en torno a lo que ellos sabían a cerca de como comportarse en un tiroteo.

Si uno vive en Barcelona, quizás la anécdota se hubiera concluido con la frase siguiente: qué película vieron anoche? Mientras que, estando aquí, uno más bien piensa qué es lo que habrá sucedido y de quien lo han oído.

Es cierto que aquí se suele decir que la seguridad es un negocio, porque es un hecho. Existen multitud de empresas que ofrecen servicios de control de acceso, guardas de seguridad, acompañantes personales, coches blindados, etc. Día a día te vas familiarizando también con el entorno, aunque la primera vez que pisas São Paulo te llama la atención el paisaje resultante. Al final, lo asumes y, lo filtras.

Alambradas electrificadas, de espinos, puertas con doble seguridad, control de acceso en residencias, escuelas, edificios comerciales, cámaras de vigilancia por todas partes, porteros de seguridad en restaurantes, policía militar en cada esquina, puestos de la prefeitura municipal en diversos puntos considerados calientes, etc, etc, etc.

Primero, toda esta información la recives con miedo. Tendemos a pensar que nos va a pasar algo y te planteas cosas como si ira cenar es seguro? Ir a comprar con los niños a cierto supermercado será seguro? Podemos pasear por la calle? Podemos ir con las ventanas del coche bajadas? Estar parados en un atasco o semáforo es seguro? Cómo puedo hacer para evitar un asalto? Un secuestro? Seré un objetivo por tener niños?

Con el tiempo, vives en tu burbuja, te relajas, vives un poco, y de nuevo, algo ocurre, que te vuelve a recordar que no puedes bajar la guardia.

Puede ser que alguien te cuente que en la rotonda que cruzas cada mañana para llevar a los niños al colegio fuera en pleno mediodía el escenario para un asalto a una madre que iba en coche.

Puede ser que te cuenten como se realizan secuestros express a niños que viven en tu condominio y que iban andando al colegio que hay justo enfrente, al cruzar la calle.

Puede que leas el incidente que le pasó al hijo de Gallardón cuando estaba en un atasco.

Puede que te cuenten como atracaron a una familia entera a primera hora de la mañana, cuando la madre tenía a los niños en el coche, aparcados dentro de casa, y unos asaltantes la retuvieron a ella y a la hija mayor, de 7 años, que habían entrado un momento a dentro a por una cosa olvidada.

Puede que conozcas de primera mano una persecución policial, en la calle que nos lleva al colegio, o veas a un hombre abatido a tiros en frente de un edificio, a la altura del semáforo donde te has parado, cuando ibas a por los niños a medio-día.

Puede que desde tu ventana veas una manifestación de gente que dice “basta ya” pidiendo más seguridad en tu barrio, donde los secuestros en restaurantes o los robos a todo un edificio (retienen a los moradores en el salón del edificio a medida que van entrando y les desvalijan los pisos) y te preguntes si eso es real.

Puede que te cuenten en primera persona como han vivido una persecución policial que acabó con el abatimiento a tiros del fugitivo, en frente mismo de la ventana de esta persona, y que al día siguiente pudiera observar tanto el cuerpo como el coche lleno de balazos.

Recuerdo que los primeros días, al anochecer, me daba miedo acercarnos a las ventanas. Aún me asusto cuando oigo una explosión y no puedo identificar si se trata de un disparo o de un coche con mala combustión (cosa muy frecuente en esta ciudad, donde el parque automovilístico es antiguo). 

Veo a la policía militar, salir de sus coches, con su arma en la mano, dispuestos a todo, y me asusto, porque se que esta gente dispara primero y pregunta después. Van con sus chalecos, siempre alerta porque cualquiera puede ser un “maluco” y en medio de todo esto, podemos estar nosotros.

Te preguntas, podré vivir aquí el tiempo suficiente para que no me pase nunca nada de todo esto? Tengo que hablar con los niños de la situación real? O mejor les oculto los peligros?

Si llegamos a un punto medio, creo que es mejor no ocultar la realidad a los niños parra que puedan mantenerse un poco objetivos con la realidad de este país.

Así pues, hemos hablado en distintas ocasiones sobre este tema. Ellos saben que si les pido que se desabrochen y salgan del coche, deben hacerlo (han de saber hacerlo solos, rápido y sin rechistar). Pero si les digo que no salgan del coche bajo ningún concepto, también. Y debo confiar en que así lo hagan. Nunca han de ir solos a ninguna parte y si se pierden, se han de quedar quietos. Si alguien les quiere llevar a “donde están sus papas” deben gritar nuestros nombres  y mostrar resistencia, así como no deben mostrar confianza a quienes, desconocidos, les ofrecen confianza…. De momento, ellos lo han interiorizado bien, no se muestran nerviosos o temerosos. Ellos saben que puede pasar y, triste lo que voy a escribir, lo han asumido como “normal” L

La verdad es que, en una ciudad tan grande como São Paulo, estadísticamente, a cada segundo se da un asesinato, un atraco, muertes, hurtos, robos, estafas, contrabando… Pero estadísticamente también hay personas maravillosas y actos honestos, de amistad, de respeto, altruistas… quiero quedarme con ello, pero sin dar la espalda a la realidad.



Vivimos en São Paulo y esta es la realidad aquí.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada