Como dice la cultura
popular… tempus fugit
No es que piense que el tiempo pasa demasiado rápido, que
también, si no porque va pasando un tiempo que no vuelve y que no se está
aprovechando.
La propuesta de trabajo del padre de las criaturas y con
quien tengo el gusto de compartir la vida, siempre fue con fecha de caducidad:
julio 2013.
Este julio va ha hacer tres años que empezamos a imaginar
Brasil, y dos años que lo pisamos la familia entera con nuestros pies. Siempre
supimos que dos años pasan rápido y lentos a la vez, pero nunca me imaginé que
estaría a mes y medio de mi viaje de “regreso” sin saber si es de “regreso”.
Se que las multinacionales tienen su propio tiempo, diluido,
con sus decisiones a veces obscenas, a veces incomprensibles… Pero aquí os
tenéis! Una familia de seis que no puede hacer planes por más de 7 semanas,
porque no sabe donde va a pasar los próximos seis meses de su vida.
Sobre la mesa, hoy por hoy todo es posible, o no. Lo que
vale para esta mañana quizás deje de ser cierto cuando mi sotillo cruce la puerta
esta noche, o con la siguiente llamada
de teléfono.. Podemos acostarnos dando por ciertas unas cosas y que de
madrugada recibamos un mail con todo lo contrario.
Si, reconozco que puedo gestionar bien cierta incertidumbre,
pero que con el tiempo que tenemos, cada día que pasa se hace más difícil
lidiar con ella.
- Porque no es lo mismo pensar que nuestra vida y la logística del día a día van a ser los mismos hasta que volvamos para casa en junio
- Porque no es lo mismo que te digan que en dos semanas tienes que dejar tu apartamento para pasar un mes en un hotel
- Porque no es lo mismo hacer una maleta para pasar un verano que para pasar 4 meses
- Porque no es lo mismo despedirte de un país con un “hasta dentro de unas semanas” que con un “hasta siempre”
- Porque más que una familia adaptable, me empiezo a sentir el comodín del público, ese que se usa cuando más le conviene, porque no se queja
- Porque siento como no nos tienen en consideración por nuestras circunstancias, no dejando de ser “una familia” más de expatriados, al que aplicar la “norma general” de las cláusulas de la expatriación
- Porque me siento como el condenado al que le recuerdan que tiene derecho a un abogado, en lugar de preguntarle como se siente por la situación. A mi me recuerdan que tengo derecho a un hotel y a 13 maletas, como si eso lo justificara todo y me dejara tranquila
Necesito un tiempo para adaptarme a la situación, pero lo
que es aún más importante, para trabajar los cambios con la familia. Nosotros
podemos hacernos una idea más o menos rápida de donde vamos a pasar las
próximas 4 semanas, o los próximos meses, pero los niños necesitan de una
preparación! Y yo, necesito también pensar en la mejor forma de vivir esos
cambios
Se que a las grandes empresas eso no les importa demasiado,
aunque opinemos que no les debería dejar de importar. En el fondo, se que nadie
se hace responsable de nuestro bienestar, más allá de cumplir con la “norma
general”. Si yo tengo que desescolarizar a mi re-peque porque nos mandan a un
hotel, o si tendremos que estar 6 personas viviendo por unos meses en un
entorno no preparado para ellos, eso no le importa a nadie… y debo tener
presente que eso es así, aunque no me guste.
Está bien. Lidiaré con la incertidumbre un tiempo más… pero
empiezo a tener insomnio por las noches, imaginándome con las maletas y los
niños en la terminal del aeropuerto, como Tom Hanks en la peli de “la Terminal”.
- http://es.wikipedia.org/wiki/La_terminal
- http://web.crownrelo.com/relo/es/article.relocation.de.la.familia.del.expatriado.html
- http://www.expansion.com/2012/11/16/empleo/desarrollo-de-carrera/1353088137.html
- http://ciudadanosdelmundoblog.wordpress.com (esta familia ha pasado por eso unas 12 veces! Así que yo no me quejo!)
- http://worldpulse.com/files/upload/2759/documento_25_global_expats_analysis_del_merca.pdf (interesante análisis de lo que el tradcutor automático ha llamado "Esposa rastreada"
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